
No importa lo bien que esté diseñada tu web si tarda demasiado en cargar. Una web lenta frena tu SEO, reduce tus conversiones y hace que tus usuarios se vayan antes de ver nada. En Nereida optimizamos desde el servidor hasta el código para que tu web cargue en una fracción del tiempo y rinda como debe.
Una web lenta no es un problema técnico: es un problema de negocio. Afecta al SEO, reduce la conversión y empeora la experiencia de cualquier usuario que llega desde Ads, redes o búsqueda orgánica.
El objetivo no es una mejora pequeña: es un salto real. Podemos reducir el tiempo de carga hasta un 70% optimizando servidor, código, imágenes y recursos pesados.
Google valora la experiencia tanto como el contenido. Mejoramos LCP, INP y CLS para que tu web cumpla los estándares que influyen directamente en visibilidad y posicionamiento.
No instalamos “plugins de velocidad”. Ajustamos servidor, caché, CDN, orden de carga y estructura para que el rendimiento sea estable y no dependa de parches.
Informe antes/después con datos reales: tiempos de carga, métricas clave y estabilidad. Puedes ver exactamente qué ha cambiado y cuánto.
Casi nunca es solo el hosting. Una web lenta suele ser la suma de pequeñas cosas mal optimizadas: imágenes pesadas, JavaScript que bloquea la carga, consultas ineficientes, recursos externos que tardan demasiado o una arquitectura que no está pensada para ir rápido. Son problemas que normalmente pasan desapercibidos, pero que Google sí detecta y que tus usuarios sí sufren.
La clave está en los Core Web Vitals. Google se fija en tres métricas que determinan si tu web ofrece una buena experiencia: LCP (velocidad de carga principal), INP (respuesta a interacciones) y CLS (estabilidad visual). Si están en rojo, Google te penaliza. Si están en verde, subes posiciones.
No se arregla con un plugin. Hay que tocar servidor, código, arquitectura y orden de carga.
Empezamos analizando tu sitio a fondo para detectar qué lo está frenando: velocidad de carga real, estado de los Core Web Vitals, cuellos de botella en servidor, imágenes pesadas, código bloqueante o una base de datos saturada. Con eso priorizamos las mejoras que van a tener mayor impacto.
Después optimizamos cada capa que lo necesita. Convertimos imágenes a WebP, aplicamos lazy loading, minificamos y limpiamos código, eliminamos recursos innecesarios, configuramos caché avanzada, optimizamos la base de datos y ajustamos el servidor. Si necesitas CDN, lo integramos. Si hay plugins que ralentizan, los revisamos o los sustituimos. Nada se deja al azar.
Al final te entregamos un informe claro con el antes y el después: tiempos de carga, Core Web Vitals y métricas reales. No nos obsesionamos con una puntuación “bonita”; optimizamos la experiencia del usuario, que es lo que Google realmente premia. Te explicamos qué se ha hecho, por qué y qué impacto tiene.
Convertimos todo a WebP, aplicamos compresión inteligente y lazy loading. Ajustamos dimensiones y reducimos peso sin perder calidad.
Minificamos, limpiamos código sobrante y cargamos recursos de forma diferida. Eliminamos bloqueos que retrasan el renderizado y ajustamos el orden de carga.
Implementamos caché avanzada (navegador, servidor, object cache) y, si tu proyecto lo necesita, integramos CDN para reducir tiempos en cualquier país.
Limpieza de revisiones, eliminación de tablas obsoletas, optimización de consultas y ajuste de índices. Una base de datos ligera carga más rápido.
Configuramos compresión GZIP/Brotli, HTTP/2 o HTTP/3, límites de memoria, PHP optimizado y respuesta del servidor estable. Cada milisegundo cuenta.
Mejoramos específicamente LCP, INP y CLS para cumplir los estándares de Google y evitar penalizaciones de experiencia.
Fuentes, scripts de terceros, etiquetas de seguimiento… Analizamos cada elemento y optimizamos lo que esté ralentizando tu web.
Priorización de recursos críticos, orden de carga adaptado y ajustes específicos para dispositivos móviles.
Informe completo con métricas antes/después, puntuación de PageSpeed, estado real de los Core Web Vitals y recomendaciones futuras.
La optimización de rendimiento no es un capricho técnico. Es un servicio clave para cualquier proyecto que dependa mínimamente del tráfico, la conversión o la visibilidad en Google. Si tu web carga lenta, cada visita te cuesta más y convierte menos, incluso aunque todo lo demás esté bien planteado. Este servicio es para ti si:
Entre 1 y 2 semanas según la complejidad de la web y la tecnología que uses. Webs grandes o muy personalizadas pueden necesitar algo más. En cualquier caso, siempre sabes qué estamos haciendo y en qué punto estamos.
No. Optimizamos rendimiento sin tocar el diseño ni la experiencia. Todo se ve igual, solo que mucho más rápido.
No necesariamente. Primero optimizamos todo lo optimizable. Si aun así el hosting sigue siendo un cuello de botella, te recomendamos lo que realmente necesitas.
Sí. Google usa los Core Web Vitals como factor de ranking. No prometemos posiciones, pero una web rápida siempre tiene ventaja sobre una lenta.
No. Probamos cada cambio en un entorno controlado antes de tocar producción. Nada se aplica sin revisar compatibilidades.
No hace falta. Te damos un informe claro con el antes y el después, sin jerga innecesaria. Verás qué hemos cambiado y qué impacto tiene.
Sí. No necesitamos haber creado tu web para optimizarla. Trabajamos con WordPress, WooCommerce, Shopify y prácticamente cualquier plataforma.
Sí, siempre que la web se mantenga bien. Te damos recomendaciones y, si quieres, puedes contratar mantenimiento continuo con nosotros.
En ambas. Podemos optimizar la base desde el principio o mejorar una web ya publicada.
Sí. Incluimos soporte post-optimización para dudas o ajustes. La duración depende del plan contratado.
Sí. Hacemos auditorías independientes si solo quieres un diagnóstico técnico y una hoja de ruta de mejoras.

